sábado, 15 de noviembre de 2008

Qué Hacer Cuando



Qué Hacer Cuando Tus Oraciones Parecen No Contestadas

por Andrew Wommack

Todos nosotros hemos tenido experiencias en donde parecía como que nuestras oraciones no fueran contestadas. Pero ¿es eso realmente lo que ocurrió? La Biblia dice en Mateo 7:7 “Pide y se te dará, busca y encontrarás, toca y se te abrirá.” ¿Es cierto eso? Bueno, mucha gente dice que eso podría no significar lo que aparenta decir, porque ellos pueden citar muchas experiencias en donde ellos pidieron por algo que no recibieron. Pero tu tienes que hacer esa decisión basado en Romanos 3:4 "Deja que Dios sea verdad, y todo hombre [o en este caso, toda circunstancia] un mentiroso." La Palabra de Dios es verdad, no nuestras experiencias.

Esta es una de las razones por las que ha habido mucha división doctrinal. El Mundo está claro en esta doctrina, pero cuando alguien prueba la Palabra y no ve los resultados prometidos, en vez de admitir que ellos han fallado, ellos dicen algo como “Eso debe haber sido sólo para los apóstoles” o “No debe haber sido la voluntad de Dios”, etc. Dios no es el que falló en responder, sino que más bien fuimos nosotros los que fallamos en recibir.

Lo que realmente ocurre cuando nosotros pedimos en oración es que Dios se mueve inmediatamente y nos da una respuesta en nuestros espíritus. Nosotros somos responsables por creer eso y actuar acorde a esto para traer la respuesta al mundo físico. Dios es espíritu (Juan 4:24), y El siempre provee nuestra respuesta a nuestro hombre espiritual. A través de la fe, entonces nosotros le damos una sustancia física (Hebreos 11:1) a lo que Dios ha hecho.

Nosotros somos como un transformador espiritual. El poder espiritual tiene que ser convertido en poder físico tal como las señales del radio tienen que ser convertidas en frecuencias audibles para nuestro oído físico. Tú no oyes la señal de transmisión actual de la estación de radio, sino que escuchas una señal que ha sido captada por un receptor y traducida en un sonido audible. No es válido que una persona diga que no hay señales de radio donde las hay, sólo porque no las pueda escuchar. Las señales están ahí, pero están a una frecuencia más alta que la que el oído humano puede escuchar. Las señales tienen que ser “demoduladas” a una frecuencia más baja para que las podamos escuchar.

Esta es la forma en que la respuesta a nuestras oraciones llega. Dios se mueve en el mundo espiritual y nos da una respuesta por fe, y nosotros la convertimos en una realidad física mediante nuestras acciones. Esto no quiere decir que somos nosotros los que produjimos la respuesta con nuestro propio poder. Es Dios el que hace los milagros, pero esos milagros vienen a través de nosotros. Sin Él, no podemos hacer nada, pero El nos ha hecho herederos conjuntos con Cristo de forma que El no hace nada sin nosotros. Efesios 3:20 dice, "Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, CONFORME AL PODER QUE OBRA EN NOSOTROS" (énfasis mío). Tenemos un rol que desempeñar para recibir de Dios. Ignorar esto ha sido nuestro mayor problema.

Ahora tu puedes entender mucho más claramente lo que Marcos 11:24 quiere decir, "Todo lo que tu deseas y que orando pidieras, creer que los recibirás y los tendrás." Por fe inmediatamente recibes en tu espíritu, y más tarde ocurrirá en el físico. Puede ser un minuto, un día o un año, pero no puedes renunciar a tu creencia de que Dios ya ha contestado tu oración. El tiempo que toma para que la repuesta de Dios se manifieste en el ámbito físico depende de muchas cosas, pero no es Dios el que determina eso. Dios responde inmediatamente. Recuerda que dice que CUANDO ORAS tu debes creer que recibes. Dios no te está pidiendo que creas algo que no es verdad. Tú de hecho recibes instantáneamente en tu espíritu, entonces ello se manifiesta en el ámbito físico luego.

Un ejemplo de esto está en Daniel 9 y 10. En el capítulo 9, Daniel rezó una plegaria y mientras él todavía estaba orando, su oración vino en la forma de Gabriel dándole “destreza y entendimiento” en la cuestión que él deseaba. Esa es una respuesta rápida a la oración, pero en el versículo 23, Gabriel dice que Dios lo envió al principio de su oración. Dios se movió instantáneamente, pero le tomó a la respuesta como tres minutos para aparecerse en el plano físico. En el capítulo 10 de Daniel, él rezó otra plegaria y a su respuesta le tomó tres semanas enteras para manifestarse. ¡Qué diferencia!

La mayoría de la gente diría “me pregunto por qué Dios respondió la primera oración en tres minutos y la segunda oración le tomó tres semanas”. Pero en Daniel 10:12 encontramos que Dios respondió la segunda oración también instantáneamente. ¡Alabado sea Dios! El Señor no era la variable. En este caso, había una fuerza demoníaca, “el príncipe del reino de Persia” lo que había dificultado la respuesta a la oración de Daniel.

Ya sea Satanás o la voluntad de las personas o la incredulidad o cualquier número de otras posibles dificultades, es importante que tu sepas que no es Dios quien parece tan impredecible (Salmos 102:27, Malaquías 3:6). De hecho, esta es una verdad fundamental en la que tu debes establecerte antes de que tu siquiera comiences a hacer algo para acelerar la respuesta a tu oración. Si tu has orado una plegaria alineada con la Palabra de Dios, Dios la responde inmediatamente. (1a. Juan 5:14-15; Daniel 9, 10). Si tu comprendes esto, entonces tu estás listo para comenzar a liberar tu fe para que te traiga la respuesta a la completa manifestación.

Andrew Wommack

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