jueves, 15 de mayo de 2008

Administración Financiera I

Administración Financiera - Yo Lo Gané, ¡Es Mío! ¿Cierto?

escrito por Andrew Wommack


¿Sabías que en la Biblia hay más escrito sobre finanzas que lo que hay sobre el cielo y el infierno, la oración o la fe? Jesús enseñó más acerca de esta material que sobre cualquier otra, entonces es obvio que nuestra administración monetaria es muy importante para Dios.

Yo sé que tan pronto como un ministro empieza a hablar sobre esta material, con frecuencia se encuentra con escepticismo, con personas preguntándose por los motivos detrás de la enseñanza. Yo comprendo por qué y honestamente hay muchas más materias que preferiría enseñar. Pero, como Dios es administrador de su ministerio, no depende de mí, depende de El, y Dios quiere que Su gente entienda cómo operar en esta área.

Para aquellos que no han seguido este ministerio lo suficiente como para conocerme, yo quiero decirles que no estoy escribiendo sobre esta material en un afán de motivarte a dar para que yo pueda tener la indulgencia de mi carne a tus expensas. Estoy enseñando esto por la misma razón por la que enseño sobre sanación, fe, gracia o cualquier otra materia.

Cuando yo enseño sobre sanación, no es para que yo pueda ser sanado, yo ya estoy caminando en salud divina. Igualmente, cuando yo enseño sobre administración financiera, no es para mi beneficio financiero, sino para el tuyo. Jamie y yo te amamos y queremos verte caminar en la gracia de Dios, lleno de fe, salud y prosperidad.

La administración financiera probablemente es una de las materias más incomprendidas de la Biblia y sin embargo una de las más importantes. El Mismo Jesús lo dijo en Lucas 16:10-11:

“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto; también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles ¿quién os confiará la verdadera riqueza?”

En otras palabras, si tu no puedes lidiar con finanzas y volverte creyente en eso, tu no puedes ser de fiar para nada más. Las finanzas son sólo el punto de partida.

Muchas personas creen que el dinero que tienen les pertenece. Después de todo, ellos se lo ganaron. Ellos han escatimado, ellos han ahorrado e incluso ellos tuvieron que laborar en dos trabajos para hacer llegar el dinero. Ellos se lo ganaron, debe ser de ellos ¿Correcto?

Incorrecto. Así parece pero simplemente no es verdad. El primer paso para convertirte en responsable y bendecido financieramente es el reconocer a Dios como la fuente de tu prosperidad. Tu puedes haber laborado en el trabajo, pero es Dios quien te dio tu vida, tu aliento, tus talentos, tus habilidades, el poder de pensar y la bendición de vivir un tiempo de oportunidad sin igual en una de las naciones más prósperas del mundo. ¡Tu no hiciste nada de ello!

Cuando nosotros entendemos que Dios es la fuente de todas nuestras bendiciones, entonces es fácil darnos cuenta de que somos simplemente administradores de todo lo que El nos da. El diccionario define un “administrador” como una persona que gestiona los asuntos, especialmente el dinero, de otra persona. Y cuando nos ponemos en la mente de un administrador, cambia totalmente la forma en que pensamos y usamos el dinero.

Abraham es un gran ejemplo de un hombre que se puso la mentalidad de un administrador. El comprendió y reconoció completamente quién era su fuente, y por ello, Dios lo bendijo abundantemente. Génesis 12:1-3 dice,

“Pero el Señor había dicho a Abram; Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré. Y haré de ti una nación grande y te bendeciré y engrandeceré tu nombre y serás bendición. Bendeciré a los que te bendicen, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”

Hay mucho que pudiera decirse de esta escritura, pero yo quiero señalar que esta no era un tipo de promesa espiritual. De hecho esto está hablando de lo físico, resultados tangibles.

Conforme tu lees la historia de Abraham, encontrarás que el fue bendecido, bendecido, bendecido, incluso cuando él no actúo con integridad. Por ejemplo, hubo un tiempo de hambruna en la tierra de Canáan, por lo que Abraham viajó a Egipto. A causa de su miedo, el le mintió al Faraón acerca de Sara, su esposa. Ella era muy hermosa y el Faraón la quería, entonces Abraham le dijo que ella era su hermana.

El Faraón la hizo parte de su harem, pero antes de que tuviera lugar cualquier relación sexual, Dios intervino a través de un sueño en donde le reveló la verdad al Faraón. En lugar de que el Faraón exigiera castigo por esta mentira, el temor de Dios vino a él porque él sabía que Dios estaba con Abraham.

De hecho, el temor de Dios fue tan fuerte en los Egipcios, que ellos le empezaron a dar a Abraham sus sirvientes, esclavos, Ganado, ovejas y más. No puedes decir que eso fue a causa de los manejos perspicaces de Abraham. Y ciertamente no fue a causa de su integridad.

Dios le prometió que lo bendeciría, y la bendición era independiente de lo que se merecía, independientemente de su desempeño. Fue el favor de Dios en su vida lo que lo hizo prósperar. ¿Puedes unir los puntos? ¿Te das cuenta de que no se trata de tu esfuerzo ni tu trabajo, sino que se trata del favor de Dios?

Eso no significa que tu puedes sentarte en frente de la televisión y esperar que Dios ponga dinero en tu buzón. En la 2 de Tesalonicenses 3:10 la Biblia dice que si tu no trabajas, tu no comas. Entonces se supone que tú trabajarás, pero tu necesitas reconocer que aún cuando trabajes, es la bendición y el favor de Dios los que traen el incremento.

Continua leyendo acerca de Abraham en el capítulo 14 del Génesis y encontrarás que él se fue a la Guerra contra de cuatro reyes que habían conquistador cinco ciudades, incluyendo Sodoma y Gomorra. Ellos incluso habían capturado a Lot el sobrino de Abraham.

Tu sabes que Abraham era rico, puesto que el armó a trescientos dieciocho de sus criados, nacidos en su propia casa, entrenados para la guerra. Ellos vencieron a los ejércitos y no sólo regresaron con toda la gente, incluyendo Lot, sino con todos los botines y bienes del enemigo. Fue entonces que Abraham al darle diezmo a Melquisedec, nuevamente recoció a Dios como la fuente.

Luego lee lo que Abraham dijo al rey de Sodoma después de vencer a los otros reyes y tomar sus botines. Génesis 14:21-23 dice,

“Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas y toma para tí los bienes. Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano al Señor, Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram.”

Abraham sabía que Dios era su fuente y se rehusaba a que ahí hubiera siquiera una apariencia de que alguien más lo estaba enriqueciendo. Dios lo honró al prosperarlo aún más después de ese tiempo.

Todo comienza por comprender que tu eres un administrador. Aún cuando la cuenta de banco, el automóvil, la casa, o cualquier otra cosa esté a tu nombre, es Dios el que te dio la habilidad de prosperar. Deuteronomio 8:18 dice,

“Sino acuérdate del Señor tu Dios, porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.”

Hay tantas cosas buenas que empiezan a ocurrir cuando tu comprendes que Dios es tu fuente y que tu simplemente eres un administrador de las cosas que El te ha confiado. Tu no estás renunciando a nada, de hecho tu le estás abriendo la puerta a la bendición de Dios. Y traerá consigo una sensación de paz al saber que ahora el maestro es responsable por ti; tu seguridad financiera no depende de ti.

En este artículo sólo he tocado la primera parte de mi enseñanza en finanzas. Dios me ha dado más y más revelación sobre este tema y sé que te ayudará. Entonces he completado una serie intitulada Financial Stewardship*.

Tal como escribí al principio de este artículo, en la Biblia Dios habló sobre dinero más que sobre otro tema. ¿Por qué? Porque es crítico que cada creyente comprenda cómo operar en el ámbito de las finanzas. Ordena esta serie hoy, y conforme la escuchas, pídele a Dios que le revele estas verdades a tu corazón. Te garantizo que va a cambiar tu mundo financiero.

Como posiblemente ya me has escuchado decir anteriormente, “Si tu honras a Dios con tus finanzas, El va a tener accidentalmente mayor cuidado de tí de lo que tú podrías tener a propósito.”

Andrew Wommack

*Financial Stewardship es una serie disponible sólo en inglés.

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