martes, 17 de junio de 2008

¿Qué es un Cristiano?

"¿Qué es un Cristiano?

escrito por Andrew Wommack

"Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se los manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” (Romanos 1:18-20)

Desde la caída de Adán, el hombre ha intentado encontrar el camino de regreso a Dios. Hay una añoranza en cada persona de regresar en la imagen en la que Dios los creó. Hay un conocimiento de que debe haber algo más. Las religiones del mundo son un testimonio de la escritura, desde el primer capítulo de Romanos, que Dios se revela a Su creación. Pero el hombre ha ideado tantas formas diferentes para acercarse nuevamente a Dios, tantas como personas que ha habido.

La diferencia entre religión y Cristiandad, es básicamente, que la religión es el esfuerzo del hombre por alcanzar a Dios, y Jesús es Dios alcanzando al hombre. Todas las religiones del mundo se quedan cortas para obtener la salvación porque ellas ponen la carga de la salvación en el hombre. Ellos enseñan que a través de adherirse a estándares rígidos de debes y no debes, es que nosotros nos hacemos aceptables para Dios. Pero Dios reveló en Santiago 2:10 “Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace culpable de todos.” Esto es donde las religiones del mundo han fallado. “Todos pecaron y están privados de la gloria de Dios” (Rom. 3:23). El hombre no puede salvarse a sí mismo, tiene que tener un salvador.

Por ello Dios envió a su Hijo Jesús en una carne semejante a la del pecado para condenar al pecado en la carne, a fin de que pudiéramos ser justos ante Dios (Rom. 8:3-4). Nos hacemos aceptables para Dios a través de quien es Jesús y lo que El hizo (Efesios 1:5-6). Jesús dijo de Si mismo que El era el único camino al Padre (Juan 14:6). Pedro dijo en Hechos 4:12, "Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.” Dios es el Único quien puede proveer la salvación para el hombre, a través de Jesús, cualquier otro intento de acercarse a Dios, independientemente de cuán sincero pueda ser, acabará en un fracaso total con el resultado de la muerte eterna.

La mayoría de las personas que van a la iglesia en América puedan aceptar fácilmente lo relativo a otras religiones. Pero lo que muchos han fallado en darse cuenta es que mucho de lo que es llamado hoy día Cristiandad, no es otra cosa que religión. Por ello lo que quiero decir es que mucha gente usa nociones de la Cristiandad pensando que la observancia de las virtudes Cristianas les ayudará a obtener la salvación. Pero es posible caer en la trampa de tratar de ser justificado por tu asistencia a la iglesia y tus recibos financieros, tal como el hombre que quema incienso ante ídolos para apacentar a los dioses.

Hebreos 5:9 dice que Jesús es el autor de la salvación eternal, por tanto Su juicio es el único que cuenta. Muchas personas confían el hecho de que sus nombres están en un listado de la iglesia o de que ellos tienen la inscripción en sus monedas de “EN DIOS CONFIAMOS”, pero ese no es el estándar que Jesús usó para administrar la salvación.

Veamos una cuenta en la que Jesús está ministrando salvación. En Marcos 10:17-22, vemos un ejemplo de un hombre quien realmente deseaba tener vida eterna. El estaba persiguiéndola activamente, lo que es evidenciado por el hecho de que él corrió hacia Jesús y se arrodilló a Sus pies. Si el deseo o las buenas intenciones pudieran obtener la salvación, el la hubiera obtenido. Pero Jesús, el autor de la vida eternal, no aceptó sus condiciones. Muchas personas hoy día no creen que es realmente importante en lo qué crees. Son únicamente tus intenciones las que cuentan. Pero este ejemplo demuestra que eso es incorrecto.

Este hombre estaba buscando la cosa correcta e incluso vino a la Persona correcta, pero él hizo numerosas cosas incorrectas. Primero, él solo reconoció a Jesús por ser un buen Maestro (versículo 17). Jesús le respondió diciendo “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino ante Dios.” Este rico gobernante estaba deseoso de reconocer que Jesús era bueno, pero él no llegaría tan lejos como para afirmar que El era Dios. Sin embargo uno de los elementos más cruciales para la salvación es creer que Dios se manifestó en la carne. (1 Tim. 3:16).

Cada gran líder de las diferentes religiones del mundo han reconocido la grandeza de Jesús, sin embargo ellos han rechazado Su propia proclamación de divinidad. Cuando Jesús fue cuestionado por los sumos sacerdotes, El admitió que El era el Cristo (Mateo 26:63-64). Los ancianos y sumos sacerdotes dijeron que El había hablado blasfemia al atribuirse divinidad a Sí Mismo. Jesús tuvo que haber sido más que solo un buen hombre para ser un sacrificio por la humanidad entera. La vida de un hombre vale solamente la vida de un hombre. Pero dado que Jesús era Dios, Su vida valía más que la de toda la gente que ha vivido o que vivirá en esta tierra. Este joven gobernante cometió el error de reconocer a Jesús como bueno mas no como Dios.

Segundo, él quería saber si el podría heredar la vida eternal. El estaba intentando llegar a Dios a través de sus esfuerzos, pero el no podría hacer suficiente bien. El había pecado y estaba privado de la Gloria de Dios (Romanos 3:23). Muchos de los llamados Cristianos están haciendo lo mismo hoy día. Ellos piensan que es su asistencia a la iglesia, o la lectura de la Biblia, etc. Van a expiar sus pecados, pero solo la sangre del Señor Jesucristo nos puede limpiar de nuestro pecado. Todos nuestros esfuerzos se quedan cortos. Tu puedes vivir mejor que cualquier otra persona, pero ¿quién quiere ser el mejor pecador que ha ido al infierno? Tu necesitas un salvador.

Jesús sabía que este hombre era incapaz de salvarse a sí mismo. El no le dijo que observara la Ley del Antigüo Testamento para que pudiera ganarse la salvación. La Ley no fue dada para que la pudiéramos cumplir sino más bien para hacernos ver que todos hemos pecado y necesitamos un salvador (Romanos 3:19-20). Jesús ministereó la Ley a este hombre para que el pudiera ver su necesidad y pidiera a Jesús ayuda.

Este rico joven gobernante dijo que él había observado los mandamientos toda su vida. De acuerdo a Romanos 3:23, anteriormente citado, eso no era cierto. Jesús lo sabía, por eso El le dijo que fuera y vendiera todo lo que tenía, que diera el dinero a los pobres y luego viniera y lo siguiera a El. Esto fue para demostrarle que él había roto el primero de los mandamientos que era "No habrá para ti otros dioses delante de mí" (Éxodo 20:3). El dinero era su dios, y él lo probó porque el eligió quedarse con su dinero en lugar de obedecer al Señor.

La tercera cuestión que él hizo incorrecta fue que él no hizo de Jesús su Señor (amo y maestro). El no estaba dispuesto a comprometer su vida entera al control de Jesús. El versículo 20 dice que Jesús lo amó, pero que Jesús no cambió Su estándar. A menos que el hombre esté dispuesto a hacer de Jesús el Señor de todo, El no puede ser el Señor en lo absoluto (en la vida de dicho hombre).

Dios todavía no ha cambiado Su estándar. En algunas iglesias hoy día le dicen a las personas que sólo hagan lo mejor que puedan, o que se unan a su iglesia, etc, y que ellos irán al cielo, pero no es así. Tu tienes que reconocer tu dependencia completa en Jesús y solamente en Jesús y hacer una rendición total de tu vida a El como tu Señor. Como dice en Romanos 10:9, "Porque si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo."

El compromiso a Jesús como Señor de todo tiene que estar ahí. Eso no significa que alguna vez te quedes corto de tal compromiso. El Señor está lleno de misericordia y Su amor cubre una multitud de pecados (Prov. 10:12), pero independientemente de lo bien que lo cumplas, tu tienes que hacer el compromiso de que Jesús es el Señor de todo.

Yo acepté al Señor cuando tenía ocho años. En aquel entonces yo no sabía acerca de la sanación ni del bautismo del Espíritu Santo, por tanto ciertamente yo no le estaba permitiendo a Jesús gobernar en esas áreas. Pero yo sinceramente le comprometí mi vida por entero a Jesús hasta donde yo tenía conocimiento, y conforme Dios me ha revelado más verdad yo le he rendido esas áreas también. Me he plantado temporalmente ante cosas que Él me ha mostrado, pero porque hice el Señor de Jesús, Él siempre ganaba. ¡Alabado sea el Señor!

Si tu alguna vez has hecho a Jesús el Señor de tu vida, sólo ora esta pequeña oración conmigo y dila con todo tu corazón y tu vas a ser salvado:

"Padre, yo reconozco que soy totalmente dependiente de Ti para que me salves. Yo acepto el sacrificio de Jesús como pago por mis pecados y lo hago a Él el Señor de mi vida. Yo creo que Jesús resucitó de la muerte y está vivo ahora, viviendo en mi. ¡Estoy salvado! ¡Alabado sea el Señor! ¡Estoy salvado!“

Andrew Wommack

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